"Potencia a media máquina" Editorial de Héctor Huergo en Clarín Rural del 15 marzo 2014

En el campo desconfían, y con razón, de la mayor parte de quienes desfilaron esta semana por el gran espectáculo de la tecnología, montado en Ramallo. Pero la foto de los tres gobernadores de las principales provincias del país, cuya esencia es la producción agroindustrial, fue una imagen de alto voltaje político. Encima, firmaron un compromiso de apoyo al desarrollo del sector, y remataron su visita en el stand de Uatre, donde los recibió el inefable Momo Venegas, en una nueva demostración de su vocación de unir voluntades.

Además de los gobernadores, visitaron la muestra muchos de los principales dirigentes políticos del país. Es algo más que proselitismo: el campo no suma muchos votos, pero todos saben de sobra que no se puede construir nada sólido sin un acuerdo con el sector que provee divisas genuinas, empleo competitivo, y exhibe la mejor relación insumo/producto (que es el verdadero “valor agregado”, más allá de cualquier construcción intelectual).

Se respiró un aire distinto. Los fabricantes se sorprendieron por un movimiento algo mayor al esperado. Sin tirar manteca al techo, muchos no tienen ganas de esperar al 2016 para reponer equipos o adoptar alguna nueva tecnología. Florecen los botalones de carbono, otro de los nuevos paradigmas introducidos en la agricultura inteligente argentina, que comienza a difundirse por el mundo.

Muchas novedades en extractoras de granos embolsados. Perfeccionamiento de sistemas de siembra y novedades como la de una debutante (Soil Black), que introdujo la buena idea de regar el surco en la siembra.

Drappers nuevos, de las grandes marcas o la nacional Vassalli, nuevos materiales en las bolsas de Ipesa para que duren tres años. Akron con sus tolvas disfrazadas de Green System (marca para lo que no produce pero vende John Deere). El lanzamiento de la tecnología Intacta por parte de Nidera, cuya reciente sociedad con la china Cofco convocó al “tout agro”.

Los protectores biológicos Rizoderma de Rizobacter, la empresa de Pergamino que ya vende en Africa, Rusia, Ucrania, Turquía, Estados Unidos y ahora Canadá. Y hasta la presencia de una representante del Sima de París, la gran muestra de maquinaria, con un stand promocionando la presencia de empresas y productores en la próxima edición del tradicional salón. Efectivamente, aquí hay mucha tecnología para vender en el mundo. Todo esto es muy aleccionador.

Pero de pronto uno se topa con un grupo de tamberos desesperados, porque cuando parecía que se podía levantar cabeza, el gobierno suspendió las exportaciones. Sobrará leche, los precios se caen y la inflación se llevará puestos otros cientos de tambos. Los grandes saben que hay que aguantar un tiempito más, pero no es pa todos la bota e potro. Recordemos, la leche es maíz y soja con valor agregado, con lo que queda claro que lo del valor agregado es un verso ya absolutamente degradado.

Lo mismo con el biodiesel. En diciembre se anunció con bombos y platillos, en conferencia de prensa con cuatro ministros que se volvería a aumentar el corte, llevándolo al 8% y luego al 10. Bueno, fue bajando hasta el 3% actual. El jueves se publicaron los precios, que no se actualizaban desde noviembre. ¿Cómo quedaron? Atrasados respecto a la inflación y la devaluación. Transferencia de ingresos a las petroleras (léase la estatal YPF en primer lugar). Las grandes hoy quedan empatadas y prefieren exportar el aceite. Las pequeñas, fuera de combate. Cierran todas. Bueno, reabrirán en el 2016

Sensaciones encontradas. Expoagro fue una potente demostración de que el agro sigue huyendo hacia adelante. Casi resignados, los productores ya ven la luz al final del túnel. Saben que esta es la última campaña que se cosechará y comercializará con este fatídico modelo. La siguiente, se sembrará con otra esperanza.

 

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