"Ahora, la epopeya del maíz"
"Editorial de Héctor Huergo del 02 de febrero de 2019 en Clarín Rural"
Así como la soja fue el cultivo de mayor dinamismo desde mediados de los 90, ahora es el turno del maíz. Este es un buen año para ver el extraordinario potencial de rendimiento alcanzado a partir del aluvión tecnológico que viene recibiendo. Y que, a partir del cambio de las reglas con el gobierno de Mauricio Macri, comenzó a expresarse de manera fulgurante. Como dijimos en el newletter de Clarín Rural esta semana, la pampa húmeda se parece cada vez más a Iowa.
Durante los 80, la producción nacional rondaba las 10 millones de toneladas. A mediados de los 90, había llegado a las 15, un salto muy importante motorizado por la llegada de nueva genética (maíces dentados e híbridos de dos líneas). Ya estaba lanzado, los rindes habían pasado de 30 a 50 quintales por hectárea, acortando la brecha con el corn belt, donde ya alcanzaban 80 quintales. Se mantenía la brecha.Y se mantuvo porque la era K frenó todo. Las retenciones y las restricciones a la exportación significaron un pie en la puerta giratoria. En su primer acto de gobierno apenas asumió, en diciembre de 2015, Macri fue al criadero de semillas de ACA en Pergamino para cumplir con su promesa de campaña: eliminar las retenciones a los cereales y terminar con los ROE. Mientras el ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay hacía otra parte fundamental: terminar con el corralito y el desdoblamiento cambiario. Pergamino, ahora sí, iba a ser Iowa.