"No perder el foco"
Editorial de Héctor Huergo en Clarín Rural del 03 de mayo de 2019
En estos tiempos de turbulencias es importante no perder el foco. Para el agro, en su continuo huir hacia adelante, no perder el foco es volver a las fuentes. La impronta innovadora fue, al final del día, lo que permitió sobrevivir a la catástrofe de un modelo económico que sólo imaginó la forma de capturar la renta generada por la innovación.
Se cumple este año el 30 aniversario del nacimiento de Aapresid, sin duda la institución que lideró el proceso de cambio tecnológico que dio origen a la Segunda Revolución de las Pampas. Por si hace falta lo reitero: la primera fue la de la conquista territorial. La Segunda fue la de un salto productivo fenomenal, originado por la incorporación masiva del conocimiento. La era de la inteligencia y la razón aplicada sobre el fenomenal sustrato natural de nuestras pampas.
En estas tres décadas, triplicamos la producción agrícola en volumen y la quintuplicamos en valor. La cadena agroindustrial edificó la estructura más competitiva del mundo, tanto que cuando la Argentina está en el mercado, el resto espera. En particular con el complejo soja y ahora con el maíz. Y con el trigo avanzando hacia la recuperación del status que supo tener a principios del siglo XX, cuando fuimos Granero del Mundo.
La Siembra Directa, con mayúsculas, fue sin duda la abanderada de esta enorme transformación. Cuando hacía sus pininos, apareció la soja RR, el primer evento biotecnológico aprobado a nivel mundial. La ola fue imparable. Millones de hectáreas destinadas al pastoreo, infestadas por malezas “de combate obligatorio” (pero que nadie podía combatir), pasaron a la agricultura moderna. En manos de nuevos empresarios, apoyados en una estructura de contratistas que el mundo añora.