"Ahora hay equipo"
Editorial del Ing. agr. Héctro Huergo en Clarín Rural del 15 de junio de 2019
Fotografía cedida por la oficina de prensa de Juntos por el Cambio, muestra al presidente , Mauricio Macri, junto al senador Miguel Ángel Pichetto, durante su primer encuentro
El mundo le está ofreciendo una nueva oportunidad a la Argentina. Y todo indica que, esta vez, la sociedad está dispuesta a tomarla. Si este no fuera un año político todo sería más fácil. Pero lo es, y por suerte esta semana parece que se empiezan a poner en fila los patitos.
La fórmula Macri-Pichetto fue bien recibida por los mercados, que ven disolverse los gruesos nubarrones que pintaban el horizonte. Las encuestas subrayaban el avance K y la sombra doliente del chavismo se extendía sobre estas pampas como el fantasma de Santos Vega.
Pero en el agro, quien más sufrió sin duda la experiencia del cristinismo, la elección de un encumbrado peronista como candidato a vicepresidente hizo mucho ruido. Demasiado. Muchos recordaron la actuación del jefe del bloque oficialista en el Senado, y en particular por aquel protagonismo en la cinematográfica noche del “no positivo” de Julio Cobos.
Nunca se me había dado la oportunidad de contar lo que viví en aquellos días inolvidables, donde el campo le puso un freno al deseo K (todavía no explicitado en aquellos días), de ir por todo. Antes bien, preferí mantenerlo en reserva. Ahora creo que es necesario sacarlo a la luz. Miguel Pichetto, voy a evocarte.
Cuando se desencadenó el conflicto, un par de senadores oficialistas con los que yo tenía diálogo frecuente (Carlos Reutemann y Roberto Urquía) me invitaron a una reunión para cambiar ideas. Me dijeron que probablemente se sumara Pichetto, a quien yo no conocía. Empezamos la reunión y a los pocos minutos entró el titular del bloque.
Se presentó, y enseguida me dijo –con mucha calma- que conocía mi punto de vista sobre el disparate de las retenciones móviles. “Coincido totalmente, es un disparate. Pero Néstor está loco con esto. Nadie lo pudo convencer, y ahora estamos frente a un gravísimo problema institucional. Lo que está en juego es la gobernabilidad. Está reunido el bloque y tengo que bajar a sacar una declaración de respaldo. Entiéndame”. Se despidió cordialmente y saludó a sus colegas, que no bajaron a la reunión. Nos quedamos hablando con Urquía, Reutemann y algún otro senador oficialista cuyo nombre no recuerdo.