"La fibra de carbono llega al mundo de los fierros"
El primer barral de este material, para pulverizadoras, abre una nueva era para
la maquinaria agrícola.
La aparición del primer barral de fibra de carbono en una pulverizadora automotriz, en Expoagro 2012, inaugura una nueva era en la maquinaria agrícola.
Quizá pronto tendremos que ir dejando de hablar de “los fierros”, porque las extraordinarias características de este nuevo material le auguran un amplio recorrido. Las posibilidades son infinitas, sobre todo cuando la agricultura exige menos compactación, menos peso y más eficiencia.
El producto se exhibió en el stand de Caimán, una fábrica de pulverizadoras de Las Parejas que viene demostrando fuerte vocación innovadora. Ya el año pasado había ganado el premio Ternium Siderar por su chasis de trocha y altura regulable. Ahora colocaron en esa máquina un barral de 32 metros de ancho que pesa la cuarta parte que el similar en acero.
El barral fue provisto por AgroKing, una empresa que debutó en Expoagro con su propio stand. Allí, Guillermo Mariani, director, explicó a Clarín Rural las características de la fibra de carbono: “Tiene un peso específico de 1,2, contra 7,5 del acero más liviano, y es mucho más resistente, no se corroe ni se oxida”. Relató que AgroKing es una nueva división de la empresa madre, KingComposite, dedicada desde hace quince años a la construcción de barcos y mástiles de competición. Cuentan con dos fábricas, una en San Fernando y otra en Valencia (España).
Ahora hicieron una fuerte apuesta al mercado agrícola. El nicho de los barrales de pulverizadoras les resulta particularmente atractivo, sobre todo después de la incursión por Expoagro.
Allí colocaron un exhibidor con un tramo de seis metros, puesto sobre caballetes, de modo tal que cualquiera pudiera levantarlo y sorprenderse con su bajísimo peso. “Impresiona la facilidad con que los posibles usuarios comprenden las ventajas de un barral hecho en carbono; se dan cuenta en cuanto lo levantan”, dice el ingeniero Gerónimo Garvie, gerente de AgroKing. Ayuda que todos saben que los autos de Fórmula 1 usan esta tecnología.
“Cambia totalmente el comportamiento de la máquina”, asegura Garvie. Y Mariani recuerda que el contratista que probó con su máquina el primer prototipo lo quiso comprar, “porque ahora la fumigadora dobla como un karting”, decía. Claro: le bajaron 700 kilos a las alas, que están más de tres metros detrás de las ruedas traseras. Cambia todo.
La pregunta de todo el mundo: ¿qué pasa si le doy a un palo? La respuesta: “la fibra no se deforma, directamente se rompe. Y cuando se rompe, se repara sin soldadura. Simplemente se empatilla con dos cachas del mismo material, y se pega con resina. En un par de horas está trabajando de nuevo. Queda tan resistente como al principio y no hay un cambio en la estética”.
La otra pregunta es el costo de las alas de carbono. Oscila entre 15.000 y 20.000 dólares, para un barral de 32/36 metros.