"Bajo la presión tecnofóbica" editorial de Héctor Huergo del 18 Abril 2015
Escribo estas líneas desde Toulouse, Francia, después de haber recorrido durante unos días varias explotaciones, conversando con agricultores y visitando empresas proveedoras de insumos químicos y biológicos. Los tiempos han cambiado.
En mi primera visita a Francia, en 1982, el paradigma era la intensificación a toda costa. La PAC (Política Agrícola Común) apoyaba a la agricultura a través de los altos precios a todos los productos. La relación insumo/producto era generosamente favorable, y eso estimuló una expansión fenomenal del uso de toda clase de insumos tecnológicos.
La consecuencia fue la contaminación, que se expresaba por distintas vías. El célebre libro “La Primavera Silenciosa” de Rachel Carson, en los tempranos años 60, puso foco en este tema. Algunos accidentes en plantas químicas, la eutroficación (lagunas afectadas por una creciente carga de nutrientes, fruto del lavado de nitratos, fósforo y otros elementos aplicados en exceso por los productores), los olores de los criaderos de animales, la aparición de la “vaca loca”, pusieron en alerta a la sociedad. Nació el ambientalismo, los movimientos en defensa de los derechos de los animales, con una impronta fuertemente tecnofóbica.
Leer más:"Bajo la presión tecnofóbica" editorial de Héctor Huergo del 18 Abril 2015
"Hay que cortar por lo sano" Editorial de Héctor Huergo en Clarín Rural del 11 de abril de 2015
El crecimiento de la producción agrícola argentina, entre 1996 y 2012, tuvo dos vertientes: el aumento de la superficie cultivada, y el incremento de los rindes. El área agrícola pasó de 20 a 30 millones de hectáreas (50% más). El maíz, que en los 90 rendía menos de 40 quintales por hectárea, saltaba a cerca de los 100. La soja, de 24 a 30. Así, en apenas quince años se saltó de 45 a 100 millones de toneladas.
Como en el mismo período los precios se duplicaron, el resultado final fue que el valor de la producción agrícola se multiplicó por cuatro: de 7.000 millones de dólares a mediados de los 90, se alcanzaron los 30.000 millones hace tres años. Con la enorme competitividad en la producción básica, más la maduración de las inversiones en el complejo agroindustrial a la vera del Paraná, a partir de las privatizaciones y desregulación portuaria de principios de los 90, surgió el cluster más competitivo del planeta en un rubro clave: la provisión de insumos básicos para la producción de proteínas animales. Veamos.
"Dar vuelta la página" Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 28 marzo de 2015
Llama la atención la ligereza con que se trata la cuestión de los derechos de exportación, la mochila que terminó doblando la espalda del campo. Porque a pesar de la buena cosecha de soja, la realidad es que la sombra del estancamiento impregna toda la escena.
La mayor parte de los políticos, economistas y asesores coinciden en que los derechos de exportación constituyen un “mal impuesto” y que debe ser sustituido por algún mecanismo más plausible. Pero la soja es su límite. El argumento suena razonable: “no vamos a desfinanciar al Estado”. El PRO, que lanzó la propuesta más amigable con el campo, planteó una reducción de 5% por año, para llegar a 0 en siete campañas.
"March Madness From The United Nations" articulo extraído de la revista Forbes, sección science & Technologie del 20/03/2015
The NCAA basketball tournament has started, and I hope I’ve picked my brackets as well as I predicted the outcome of this month’s meeting of the International Agency for Research on Cancer (IARC), a component of the UN’s World Health Organization that evaluates the likelihood that various chemicals cause cancer. It always pays to bet against a United Nations agency getting things right, and this conclave was no exception.
For the first time since 1991, the focus of this IARC review was on pesticides. At this meeting, five pesticides were evaluated and three of them were classified as “probably carcinogenic.” But neither the U.S. EPA nor the European Chemical Agency (ECHA) had previously classified the three active ingredients as being carcinogenic. Why the discrepancy?
Consider, for example, the conclusion of this article,which appeared in the March 2105 issue of Critical Reviews in Toxicology: “The lack of a plausible mechanism, along with published epidemiology studies, which fail to demonstrate clear, statistically significant, unbiased and non-confounded associations between glyphosate and cancer of any single etiology, and a compelling weight of evidence, support the conclusion that glyphosate does not present concern with respect to carcinogenic potential in humans.”
And this, from an another article in that issue of the journal: “Glyphosate-based formulations do not appear to present significant genotoxic risk under normal conditions of human or environmental exposures.” What does IARC’s decision mean to consumers and farmers? Nothing. They should feel confident that global regulatory agencies will continue to do their risk assessments with the proper amount of scientific rigor and to make the critical distinction between hazard and risk.
In June, the IARC will evaluate three more pesticides. My bet is that none of them will get through unscathed. That’s much more of a sure thing than my predictions about March Madness.
"Retenciones, el mal mayor" Editorial de Héctor Huergo en Clarín Rural 14/03/2015
Han sido tantos los dislates del kirchnerismo en materia agropecuaria, que para muchos la cuestión de las retenciones pasaron a ser un mal menor. Disparate conceptual, porque es la mayor de las distorsiones y la de más grave afectación.
Conviene recordar que las retenciones son derechos de exportación, absurdos para un país que se desgañita hablando de “sustitución de importaciones” para mejorar su balanza comercial.
Leer más:"Retenciones, el mal mayor" Editorial de Héctor Huergo en Clarín Rural 14/03/2015
"Expoagro pintó el futuro" Editorial de Héctor Huergo en Clarín Rural del 7 marzo 2015
Hace treinta y dos años nacía en La Laura de Chacabuco la era de las exposiciones dinámicas. Con el tiempo, se iban a convertir en un punto de encuentro marcado por la innovación, fuente de la profunda revolución tecnológica que pondría a la Argentina en la mira de todo el mundo agrícola. Expoagro 2015 fue un jalón clave en esta saga, que no se detiene a pesar de que el gobierno puso un pie en la puerta giratoria. La historia se lo lleva puesto.
Leer más:"Expoagro pintó el futuro" Editorial de Héctor Huergo en Clarín Rural del 7 marzo 2015