"Expoagro, con buena energía"
Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 18 de marzo del 2017"
Ver llegar a Expoagro al Presidente de la Nación en una camioneta que funcionaba con etanol puro es tocar el cielo con las manos. Pasaron 25 años de aquél “Ponga un choclo en su tanque”, la nota de tapa de Clarín Rural que, con ilustración del gran Horacio Cardo, relataba la irrupción de los biocombustibles en el mundo desarrollado.
Eran tiempos de grandes excedentes agrícolas. Hacía falta digerirlos. Pero también sobraba petróleo. El barril rondaba los 10 dólares y parecía muy loco plantear la sustitución de la nafta –que se obtenía de una materia prima existente—por un biocombustible que primero requería producir el grano. No podían competir en la misma liga, pero por entonces nadie hablaba de las externalidades negativas del oro negro.
Hoy el mundo tomó conciencia de que algo hay que hacer con el calentamiento global. Ni la necedad del lobby que se encaramó en la entronización de Donald Trump en los EEUU puede frenar al bólido lanzado. También están los farmers, que han visto el soporte que les dio la decisión de cortar la nafta con el 10% de etanol de maíz. Hoy, uno de cada tres camiones que sale del corn belt se convierte en biocombustible. Son 130 millones de toneladas. Todo el incremento de la producción de los últimos quince años, que fue enorme, no hubiera sido digerido sin la enorme inversión en 140 plantas diseminadas por el Medio Oeste.
"Una vidriera de la agricultrua liviana"
Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 11 de marzo de 2017"
Expoagro fue la sublimación de la nueva propuesta tecnológica amasada en estas pampas en las últimas décadas. Es el lugar donde se condensan todos los atributos de la Segunda Revolución de las Pampas, una fenomenal epopeya en la que se gestó una agricultura de enorme eficiencia e insuperable huella ambiental. Dos cuestiones las más de las veces antagónicas: los aumentos de productividad, en la vieja agricultura, tenían como contraparte una serie de externalidades negativas: alta demanda de energía, contaminación, erosión de los suelos, etc.
Aquí hemos desarrollado una agricultura “liviana”. La siembra directa es eso: menos kilos de acero por tonelada de producto obtenido. La sustitución del laboreo primario y secundario implica la eliminación del arado, cinceles, rastras de disco, cultivadores de campo, vibrocultivadores, rastras de dientes, escardillos, rejas aporcadoras y toda la parafernalia que usábamos hace tres décadas. Y que el mundo sigue usando, además de otros abominables instrumentos de tortura de los suelos como esas rastras activadas por toma de fuerza, rotovators y otras rémoras del pasado.
Es lo primero que vienen a ver los visitantes extranjeros. En Expoagro sólo se encuentran sembradoras para siembra directa. De todo tipo y con todos los avances del mundo. Para grano fino y grano grueso, mecánicas o neumáticas, con actuadores eléctricos o cajas de cambio mecánicas. Monotolva o con cuerpos individuales. Pero todas directas. Una sola pasada. Un tercio del gasoil que se quemaba en los 80.
"Inundaciones: es aquí, y es ahora"
Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 21 de enero de 2017
Medio país inundado, medio país seco. Hay que actuar, y el gobierno lo sabe. Las imágenes ya son demasiado recurrentes. Pueblos inundados, con la terrible secuela de pérdida de vidas humanas. Colapso de tambos y usinas lácteas. Vacas arrastradas por arroyos de llanura que se transformaron en rápidos de montañas.
En el medio de este caos, el presidente Mauricio Macri tomó la decisión de relevar al ministro de Obras Públicas, Oscar Chaín, que lo acompañó en su primer año de mandato. Estaba disconforme con el manejo de un tema que siempre consideró crucial.
Macri sabe que el manejo de las inundaciones en la ciudad de Buenos Aires fue el trampolín que le permitió dar un salto en su carrera política. También sabe que el patético manejo de la crisis de las inundaciones en La Plata y Luján por parte de la administración K junto al gobernador Daniel Scioli fueron clave para su triunfo electoral, en noviembre de 2015.
Un par de días antes, el presidente había juntado a su gabinete de ministros en la primera sesión del año. Allí dio definiciones fundamentales, como que las inundaciones son parte del cambio climático. "Esto sigue pasándonos factura y, claramente, lo que tenemos que tratar de hacer, dentro de la medida de lo posible, es asistir, estar cerca, encontrar paliativos".
Pero agregó que "es muy importante que entendamos que este cambio en los regímenes de lluvia vino para quedarse y que lo que hay que hacer es construir infraestructura”. Y puso al frente del ministerio de Obras Públicas al hasta ahora subsecretario de Recursos Hídricos, Pablo Bereciartúa.
Toda una señal. Bereciartúa es ingeniero hidráulico, con una sólida formación en el exterior. Entre otros antecedentes, estudió en Países Bajos, donde la ingeniería para el manejo del agua ha permitido proteger ciudades, pueblos, campos productivos, y ganar superficie para la agricultura y ganadería modernas. Holanda es uno de los grandes exportadores globales de productos hortícolas, flores y lácteos de gran calidad.
“Contra las inundaciones, obras y tecnología”. Así tituló La Nación un artículo de Bereciartúa, el sábado 22 de agosto de 2015. Recomendamos su lectura completa (http://www.lanacion.com.ar/1821285-contra-las-inundaciones-obras-y-tecnologia). El flamante ministro plantea la necesidad de moverse en tres dimensiones: infraestructura, información e institucionalidad para convertir a la pampa húmeda en un territorio inteligente.
"El petróleo sin retenciones"
Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 14 de enero de 2017
El gobierno eliminó esta semana los derechos de exportación del petróleo. La medida –junto con otras como la reducción del costo laboral-- tiene el objetivo explícito de desencadenar la corriente de inversiones que se espera desde hace tiempo en un sector sin duda promisorio. Asumiendo el riesgo de una simplificación, quedó claro que esta vez el objetivo productivo se impuso al fiscal.
No fue lo que pasó hace unos meses, cuando la administración Macri decidió incumplir con la promesa de reducir 5 puntos las retenciones a la soja. En este caso primó claramente el objetivo fiscal, apuntando a recaudar entre 600 y 800 millones de dólares en el 2017.
El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, haciendo gala de su habilidad negociadora, neutralizó la eventual reacción negativa del ruralismo. Al final del día, el gobierno podía decirle a los productores que les había liberado el tipo de cambio y eliminado las restricciones a las exportaciones de maíz, trigo y girasol. Algo así como “si no les gusta entregar uno de cada tres camiones, no siembren soja, siembren otra cosa”.
"El terraplén de los surgentes"
Editorial de Héctro Huergo en Clarín Rural del 07 enereo de 2017
Medio país, de nuevo, bajo el embate del agua. La otra mitad, prendiéndose fuego. Entre ambos extremos, ganancias y pérdidas. Lluvias más que oportunas para quienes no se inundan, en la zona núcleo. Sequía tremenda en zonas agrícolas de enorme importancia, como el sudeste de la provincia de Buenos Aires.
Y aunque muchos zafen, y aunque el país alcance la esperada cosecha récord, contribuyendo a la salud macroeconómica vía el aporte de divisas, recaudación por retenciones de soja, etc., el saldo ominoso de cientos de miles de hectáreas arrasadas por el agua y el fuego obliga a la reflexión. Una vez más, con mayor urgencia.
Primera idea: cuesta cada vez más mantenerse escéptico respecto al cambio climático. Lo extremo de estos eventos es precisamente una de las características del calentamiento global. Ya hemos citado a Vicente Barros, quien sostiene que el fenómeno se expresa con particular virulencia en la pampa húmeda. Y algo más allá: en el otoño pasado un tornado seguido de lluvias torrenciales e inundaciones arrasó Dolores, capital de la nueva agricultura uruguaya. La semana de Navidad, otro tornado se llevó a San Carlos, ahora en el este. Nadie recuerda fenómenos similares.
Segunda idea: causa gracia el simplismo de echarle la mayor culpa al “cambio del uso del suelo”, muletilla riesgosa que a veces camufla cierta ideología “progresista”, para la cual todo tiempo pasado fue mejor. Cuando en los 70 llegó la primera oleada en el oeste bonaerense, se decía lo mismo. No había soja. En los 90, en la segunda oleada, y cuando predominaba el sistema de rotaciones con la ganadería, la culpa era del laboreo agrícola. Tampoco había soja. Ahora, cuando toda la agricultura se hace en directa, la culpa es de la soja porque “consume poca agua”. Todo esto es atendible, pero absolutamente marginal. Recuerdo el famoso “Viaje de Agricultura”, que hacíamos cuando estudiantes, hace 50 años, bajo la batuta del inolvidable Jorge Molina.
"También llega la ganadería circular"
Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 17 diciembre de 2016
Si se dan las condiciones que se plantearon en la reunión del Consorcio ABC, que reúne a los principales exportadores de carne vacuna, con el presidente Mauricio Macri, la ganadería tendrá su oportunidad. Los mercados están.
Y también la tecnología. Voy a evocarla.
A la par de lo que ocurrió con la agricultura, la ganadería también tuvo su revolución tecnológica. De lo contrario, no hubiera sido posible que le cediera 10 millones de hectáreas a la siembra de cultivos, manteniendo el stock.
Este aumento de productividad se concentró en la fase del engorde, donde las invernadas tradicionales dieron lugar a la terminación a corral. Nos llena de orgullo haber sido protagonistas de este enorme salto productivo, cuando hace 25 años trajimos a las páginas de Clarín Rural toda suerte de ideas y propuestas para acompañar e impulsarlo.
Recuerdo que uno de los pioneros, el gran Oscar Palacio, transformó su feedlot Don Casimiro en Las Flores a partir de un artículo que hicimos sobre el modelo que proponía la Universidad de Purdue. Lo atribulaban los problemas de piso y barro en esos campos bajos del Salado.
Palacio lo fue a ver, y recalculó… Hoy las lomadas hechas con enormes palas permiten un drenaje natural, las lomas en cada corral aseguran piso seco para el descanso del ganado. Fue el espejo en el que se miraron muchos, sus sucesores se convirtieron en diseñadores y expertos en el manejo del barro.